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LA CASA

Luz e Historia en cada Rincón

La Casa y el Arco

La Casa del Arco debe su nombre a su proximidad a El Arco de la Villa, una de las entradas al centro histórico de la localidad de Conil de la Frontera, antiguamente llamada la Puerta de Vejer. Ambas, La Casa y el Arco se asientan sobre la antigua muralla que rodeaba la villa.

La Casa Consistorial

La Casa del Arco es una casa Patio Consistorial de finales del Siglo XIX, concretamente de 1880. Una de las casas patrimonio histórico del centro del pueblo, en este caso, construida en un primer lugar con solo una planta baja, la primera planta fue levantada ya a finales del s.XX. 

La Casa hoy

Reformada en 2020 por sus nuevos propietarios, con un estilo moderno, sencillo, pero con mucha personalidad, dispone de 13 habitaciones pensadas para hacer vivir al huésped una experiencia única.

Sólo 13 Habitaciones

La Casa dispone de tan solo 13 Habitaciones, lo que la hace un lugar acogedor, que le permite preservar su historia y su encanto, gracias a un número bastante limitado de huéspedes. Dispone de 6 Habitaciones en planta baja (entre ellas Habitación Adaptada para Personas con problemas de Movilidad) y 7 en la primera planta. Todas las Habitaciones disponen de Cama Doble, y en cuatro de ellas la Cama Doble se puede separar para convertirse en dos Camas Individuales.

Espacios Abiertos

Nuestras estancias son luminosas y confortables, podrás disfrutar de diferentes espacios abiertos, solarium, terraza y patio restaurados con la estructura original, rincones invadidos por la Luz y la Historia.

Servicios

Durante su estancia podrá disponer de Wifi en toda La Casa, Secador de Pelo y Plancha (disponibles en Recepción).
En su Habitación dispondrá de Aire Acondicionado/Calefacción y Televisión por satélite.

Nuevo Diseño y Respeto por la Historia

La Casa está recientemente reformada con la idea de aprovechar toda la Luz y la esencia de la misma. En su diseño hemos respetado toda la Historia de ella, porque creemos que es lo que le aporta esa Personalidad, ese Encanto, y queremos que el huésped sienta esa experiencia única de alojarse en un lugar tan auténtico en pleno Centro Histórico de Conil.

Así lo vivimos

Susurros encontrados en el patio del colegio, silbidos de gaviotas entre las sábanas tendidas al sol en las soleadas azoteas.
Reflejos de paredes blancas sobre el mojado asfalto, latidos de unas campanas que suenan en lo alto tan cercanas.
Los rayos de sol que se cuelan en los charcos de las calles recién mojadas. Un soplo de aire fresco que se desliza por entre las rejas de los balcones.
Las sombras de largas antenas que difuminan el paisaje, al fondo, el son de un mar que ha estado ahí siempre, luciéndose ante todos nosotros.
El olor a puchero resbalando por los callejones, por las empinadas cuestas, el murmullo de las vecinas en los portales de las casas, en los patios, cargados de aromas.
El silencio en las alcobas con olor a caoba húmeda, a sábanas blancas recién planchadas.
Y en la esquina se esconde el sabor del café y de los rosquetes al atardecer, espesando el aire, llenando de trazos de luz y color cada rincón de este pequeño y luminoso pueblo.